Incluso los adalides
huyan a las montañas,
en busca
de los más intrincados senderos
para sobrevivir.
Quizá las musas
que en un tiempo
inundaron
todos los pasadizos de la palabra
reaparezcan.
Siquiera el profundo enigma
del amor
siga creando oquedades.
Entonces,
la búsqueda inmediata,
la conversación sincera
los naufragios
llevados a buen puerto
donde reposados,
deambular por ellos,
adentrarnos
con el mejor propósito
hasta sus últimos hálitos.
Tras todo,
la vida
que indolente
nos ofrecerá sus días
y el arduo deber
de darle significado.
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